¿Te emocionas tanto cuando inicias un nuevo proyecto, que el que termina bailando eres tú?
Arturo Martin de la Garza Suárez va a iniciar un nuevo negocio, esta vez quiere hacerlo bien, ya tiene experiencia en los negocios y por lo tanto sabe que esta vez cometerá menos errores, al menos eso cree él.
Su nuevo negocio será un restaurante de Tortas Ahogadas, Arturo no llegó a esta decisión de la noche a la mañana, por meses, ha estado indagando, preguntando, investigando al mercado, ¿hay algún negocio de Tortas Ahogadas en la ciudad?, ¿La gente conoce estas tortas?, ¿Cuál será el precio al que debe de venderlas?, ¿En dónde será el mejor lugar para poner el negocio? etc etc etc.
Encontró que:
Hay muy pocos negocios de Tortas Ahogadas.
De sus conocidos muy poca gente las ha probado.
Y la mayoría de sus amigos gasta más de 70 pesos por persona cuando sale con la familia a comer a algún lugar.
Con esta información Arturo se convence, este negocio será el hitazo que ha estado esperando y ya empieza a imaginarse las franquicias que podrá vender, el logo del negocio, cuantas sucursales tendrá y hasta a donde se llevará de viaje a su familia cuando venda su primer franquicia, está realmente emocionado!
¿Te ha sucedido alguna vez lo que a Arturo le está pasando? Estas tan emocionada(o) por una nueva idea, una nueva estrategia, un nuevo proveedor, o una nueva línea de productos que empiezas a ver todo color de rosa, es como si estuvieras enamorada(o) del proyecto y estas convencida(o) de que como por arte de magia y de repente todo saldrá bien.
Arturo está convencido de que su negocio será el mejor de todos, tanto que ya se trajo a un cocinero de Guadalajara, y ya tomó un millón de pesos de su cuenta de ahorros para invertirlos en el negocio, junto con el cocinero, ya definieron como será el local, de que tamaño tienen que ser las estufas, los refrigeradores, mesas, sillas, mobiliario, clima, televisiones, sistema, caja registradora etc etc etc. Era la primer vez que Arturo hacía un "presupuesto", y estaba feliz por haberse tomado el tiempo para hacerlo.
Haciendo corta la historia, Arturo tuvo que cerrar su negocio a solo 6 meses de la gran apertura, no logó llegar siquiera a la mitad de ventas necesarias para el punto de equilibrio, y duró 6 meses porque solicitó un préstamo al segundo mes, si no lo hubiera hecho el negocio no hubiera llegado a 3 meses.
¿Qué le paso a Arturo?
Su problema es lo que llamamos, un error de diseño, el diseño del negocio estaba mal hecho desde el principio.
Es algo parecido a lo que sucedió en los 90's cuando explotó la burbuja financiera de las punto com, (¿Recuerdas la época en donde una compañía de internet compraba a la otra en cantidades extraordinarias de dinero?, ¿en donde tener acciones de Yahoo era haberse sacado la lotería?) la emoción del momento llevó a miles de personas a querer subirse al barco de una fiebre compulsiva igualada únicamente por la fiebre del oro en California el siglo pasado.
La oportunidad de volverse rico (como lo hacían varios en esas épocas) era difícil de rechazar, todo mundo quería obtener grandes rendimientos de la noche a la mañana.
Si recuerdas, esa burbuja termino por explotar, y mucha gente termino sin ahorros, fue tan duro el golpe que hundió a los Estados Unidos en una crisis, financiera, no tan grande como la actual, pero si lo suficientemente complicada.
No podría analizar caso por caso y entender por que la mayoría de estos negocios de internet fallaron tan rotundamente. Lo que me gustaría resaltar es, ¿Cómo hubo algunos negocios sumamente exitosos que aunque formaron parte de esa gran burbuja de las punto coms sobrevivieron y hoy en día son líderes absolutos en una de las industrias de más grande crecimiento en la historia?
Estoy hablando de Google, Amazon, Ebay, etc.
¿Qué hicieron estos sitios que el resto de las punto coms y (para efectos de este boletín) tampoco Arturo hizo?
Aunque estaban igualmente emocionados, ellos se enfocaron en el dinero, ellos entendieron lo siguiente: con dinero baila el perro. Dijeron, está bien, tenemos una gran idea, tenemos una gran oportunidad, ¡Pero esto no basta! ¿Cómo le vamos a hacer para que esta idea se convierta realmente en un negocio?, que nos genere utilidades operativas.
Google se enfoco a vender publicidad efectiva, diferente a la que el resto de los buscadores vendía (casi todos vendían sólo banners).
Amazon se enfocó en vender productos y obtener una utilidad de esas transacciones
Ebay se enfoco en obtener una comisión por las ventas y subastas realizadas a través de su portal.
Los 3 buscaban lo que todas las demás, ser la página más grande y mejor posicionada en su ramo. Lo que hicieron diferente fue hacer que se generara dinero, ellos entendían que cualquier cosa sería posible si contaban con suficiente dinero, y que la gente invertiría más en ellos si ellos probaban ser capaces de generar utilidades y no solo especulaciones.
En nuestro ejemplo Arturo realizó algunas suposiciones que lo llevaron a la quiebra.
Como suponer que sus amigos son una muestra representativa, o que el hecho de que hubiera pocos restaurantes de tortas ahogadas supondría poca competencia, pero la peor suposición que cometió fue: Estoy convencido de que será un éxito, tan sólo necesito abrir y listo.
Esta emoción la sentimos constantemente y es un arma de dos filos, a ti te ha pasado a mi me ha pasado, a todos nos ha pasado, nos emocionamos tanto con un proyecto que dejamos de ver el bosque y nos enfocamos en el árbol, ¿Qué árbol? El que sea que nos diga que tenemos razón.
No quiero que dejes de emocionarte, lo que quiero es que logres tus metas, haz lo que tengas que hacer, desarrolla tus sueños, pero no dejes de ver el dinero, si tu sueño no es capaz de demostrar cómo se va a ganar dinero, cuidado, estas a punto de ser la nueva punto com.
Si ya vas a invertir en un proyecto, línea, producto, proveedor, invierte en hacerlo rentable, olvídate de hacerlo bonito u atractivo, enfócate en hacerlo sustentable, ¡Qué genere dinero!
Espero este articulo te acerque más a cumplir tus metas.
Soy un Coach Empresarial exitoso sólo cuando tú eres exitoso.
Sinceramente,
Víctor Salgado.
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