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  • Foto del escritorVictor Salgado

Los 6 pasos para jubilarte de tu negocio.

Quien no quisiera tener un negocio que pueda funcionar sin que el/ella tenga que estar, un negocio que funciona solito.


Aunque es el sueño de casi todos los empresarios que conozco es una realidad para menos del 1% de los empresarios del mundo.


En promedio el 90% de los negocios del mundo son microempresas, y sólo el 1% de los negocios en el mundo son empresas de más de 200 empleados.


Y no todos los negocios grandes son negocios independientes del dueño (el dueño ya no opera).


Tengo que confesarte que no te puedo convertir en un empresario jubilado con tan sólo leer este artículo, pero si te puedo ayudar a que empieces a preparar el terreno para que algún día lo logres.


Para ello te daré los mejores tips que conozco para hacer que tu negocio poco a poco dependa menos de ti.


1. ¿Que buscas?


¿Qué es lo que quieres lograr con tu negocio en 5 años, en 10 años?.


Salirse de un negocio y dejarlo funcionando implica forzosamente que alguien más lleve las riendas de dicho negocio, pueden ser tus hijos, puede ser un director general que contrates o puede ser un socio que se encargue de la operación.


Independientemente de quién sea quién se quede como cabeza del negocio, tu necesitas estar seguro de que SEPA que es lo que quieres que logre con el negocio.


Puede ser que tu tengas claro que quieres lograr con tu negocio y a donde lo quieres llevar, pero si no lo tienes en blanco y negro (escrito) y además no lo has comunicado con tu gente importante (tus posibles reemplazos) entonces no puedes ni debes salirte de tu negocio. Si lo haces, la persona que tome tu lugar hará lo que el/ella crea y no lo que tú quieres.


He visto muchos casos en donde el dueño quiere crecer con ventas en línea pero cuando contrata a su reemplazo se enfocan en poner más sucursales, a lo mejor es una buena idea, pero no es lo que el dueño quería.


Si no tienes claro a donde quieres llevar tu negocio en los siguientes 5 – 10 años no estas en posibilidades de jubilarte, así que la primera recomendación es esa: define bien que quieres que el negocio logre en los siguientes 5-10-20 años.

2. ¿Cuánto vale tu tiempo?


Para poder jubilarte necesitas quitarte chambitas.


Chambas que hoy haces que no deberías de estar haciendo tú.


Por ejemplo, estoy seguro que tú eres el que se encarga de la compra de computadoras, de llevar los autos al taller, o de ir al banco.


No es que esté mal que quieras hacerlo tú por la razón que tu quieras, puede ser que sea más barato, o que nadie más lo sepa hacer, o a lo mejor te gusta hacerlo.


Independientemente de porque lo haces, son cosas que alguien más podría hacer.


¿Y porque queremos que alguien más las haga?


Porque seguramente trabajas más de 60 horas a la semana y seguramente sientes que te faltó hacer un montón de cosas, normalmente las cosas que dejamos de hacer son las importantes.


Para poder jubilarte necesitamos implementar muchas recetas (mas de esto más adelante) hacer estas recetas toma tiempo y esfuerzo, y ¿Adivina quién no tiene tiempo para hacer más cosas? Exacto, tú.


En mis 14 años como coach empresarial he descubierto lo difícil que es para un dueño de negocio dejar de hacer estas chambitas y por lo general se reduce a una cosa… Me sale más barato hacerlo yo.


En esta misma experiencia me he dado cuenta de que lo que pasa es que el dueño no considera su tiempo como valioso, pero una vez que hacemos el siguiente ejercicio su percepción cambia para siempre.


Calcula todo lo que el negocio te da al mes (sueldo, dividendos y gastos de la familia que le cargas al negocio) todo eso le llamaremos tu “Ingreso”


Ahora calcula el tiempo que le dedicas al negocio al mes, incluye el tiempo que te la pasas en la computadora o celular en tu casa haciendo cosas del negocio, a esto le llamaremos “tiempo”


Ahora divide tu ingreso entre el tiempo.

Puede ser que generes unos 200,000 pesos y le dediques unas 200 horas, 200,000/200=1,000 pesos la hora.

Esto es lo que vale tu tiempo.

Por lo general los dueños de un negocio pyme están entre 500 y 1,000 pesos por hora.

Mi intención con todos mis clientes es llevarlos a que su tiempo valga más de 2,500 pesos por hora.

Por otro lado, tener una asistente de 15,000 pesos mensuales equivale mas o menos a 75 pesos la hora.

Las chambitas que hoy haces las podría hacer alguien por menos de 100 pesos la hora y sin embargo ahí estas tu haciéndolas porque crees que sale más barato.

¿Realmente sale más barato?

Haz cuentas, no te pido que hoy contrates un chofer y un asistente, nada más quiero que seas consiente de que tu tiempo vale muchísimo más que el de cualquier persona que trabaja en tu negocio y por lo tanto no deberías de ser tú el que este haciendo chambitas, debería de ser alguien de tu equipo.

Tu trabajo no es hacer chambitas, es hacer chambotas o mejor dicho, cosas que generen más riqueza, crecimiento, ventas, etc. Cosas ESTRATEGICAS.

3. ¿Cómo haces que la gente haga lo que tiene que hacer?


Si no sabes delegar no podrás hacer que tu gente te quite problemas y tendrás que resolverlos todos tu mismo, y así NUNCA podrás jubilarte.


Ahora que ya sabes cuanto vale tu tiempo el siguiente paso es aprender a delegar dichas chambitas para que alguien más las haga.


Pero no se trata de encargárselas a alguien y ya. Esto no funciona.


Delegar es tooodo un tema y para ello te recomiendo el libro que yo mismo escribí al respecto, se llama “Delega Bien” lo puedes comprar en Amazon.


4. ¿Cuánto vale tener gente más preparada?


Hablamos de cuánto costaba una asistente.


Por lo general las empresas pyme no buscan gente con experiencia y talento, buscan gente que cueste poco.


Y esto es un error garrafal.


Una persona con más experiencia y más preparada podría hacer el trabajo de 2 personas sin experiencia sin problemas.


No sólo eso, una persona con experiencia y preparación podría innovar en el negocio de una manera que ni a ti se te había ocurrido.


En una ocasión un cliente contrató a una chica para trabajar en cuentas por cobrar, esta señorita había trabajado en un banco precisamente en el área de cuentas por cobrar, y llegó a nosotros porque se había quedado sin trabajo y aceptó el sueldo ofrecido (aunque en el banco ganaba 30% más).


Un mes después el negocio tenía más flujo de efectivo de lo que nunca había tenido, esta chica había logrado implementar un sistema de cobranza a través de avisos preventivos y negociaciones amables con los clientes que nunca se había logrado en el negocio.


Lo más increíble del asunto es que el dueño era el cobrador número 1 dentro de la empresa, era el que mejor cobraba de todos, y esta chica lo supero por mucho en tan sólo un mes.


El resultado que el negocio obtuvo con este incremento de flujo fue que pudo invertir en comprar maquinaria nueva y saldar algunos créditos que tenía con el banco.


Haber contratado a Marcela (la chica de cobranza) fue el mejor regalo que el negocio pudo obtener, pero lo triste de la historia es que si Marcela no hubiera accedido (por necesidad) a ganar un 30% menos, no tendríamos un sistema de cobranza tan fregón y no nos alcanzaría para hacer las inversiones necesarias.


A partir de ahí mi cliente decidió mejor buscar experiencia y talento en lugar de buscar al candidato más barato. (y el negocio cambió por completo)

Este mismo caso podría estar ocurriendo en tu negocio, una de las barreras más grandes con las que te podrías estar topando hoy en día para dejar de hacer alguna de las chambitas que mencioné es que no tienes a alguien en quién confíes para hacer dichas cosas, pero si comienzas a buscar talento y experiencia podrás descubrir que hay cientos de personas que pueden hacer dichas cosas incluso mucho mejor de lo que tu las haces.

¿Cuánto vale eso?

5. ¿Cuántas recetas tienes implementadas?


Hablemos de recetas.


Recetas = Sistemas, en mi experiencia como coach empresarial, he descubierto que la mayoría de mis clientes no quieren saber de sistemas, de procesos, de manuales.


Se imaginan una carpeta de ISO9000 que nada mas sirve para adornar un librero.


Por eso le llamo recetas.


Imagina la receta para hacer un pastel, esta receta no es otra cosa más que un instructivo de cómo se hace un pastel.


Lo mismo ocurre en tu negocio hay maneras específicas para hacer ciertas cosas, ya tienes muchas recetas implementadas, como compramos, como vendemos, como entregamos, a quién se le da crédito y a quién no, cuanto y como se paga, hay préstamos para los empleados o no hay.


Todas estas cosas son una forma específica de hacer las cosas que sólo ocurre en tu negocio.


Estas son las recetas.


Un pequeñito problema con estas recetas.


Ninguna esta escrita en ningún lado.

¿Por qué es importante que haya alguna de estas recetas escrita?

¿Recuerdas la última vez que un empleado te dijo que se iba a trabajar a otro lado?


¿Recuerdas cuánto tiempo se quedo contigo para entrenar a la siguiente persona?


Si te fue bien te dio una semana (desde que te dijo hasta que se fue) haciendo casi imposible que entrenara a su reemplazo.


¿Qué terminó ocurriendo?


La siguiente persona aprendió a golpe y porrazo, o la entrenaste tú.


Cualquiera de las dos hace imposible que te puedas jubilar.

Tener la receta de cómo se cobra, cómo se paga, cómo hace la nómina etc etc son recetas super importantes.

Pero la más importante de todas es: cómo se atiende a los clientes y cómo se consiguen nuevos clientes.

Para poder retirarte no es necesario tener TOOODO el negocio sistematizado, pero mientras estas dos recetas no las tengas probadas y por escrito es imposible que te jubiles sin poner en riesgo tu negocio.

6. ¿Tu equipo puede y sabe hacer recetas propias para cuando tu no estés?


El último paso para que te puedas jubilar es que tu equipo sepa seguir las recetas al pie de la letra y que sepa hacer nuevas recetas.


Un negocio rara vez se queda igual, el mundo cambia las tendencias cambian, los gustos cambian y por lo tanto la manera en la que tus clientes compran también cambiará en algún momento.


Por eso necesitas tener un equipo que tenga como cultura y filosofía hacer recetas y seguirlas.

 

Jubilarte de tu negocio no es cosa menor.


Hacer estas 6 actividades requieren tiempo, compromiso, trabajo, dinero, dolores de cabeza y esfuerzo.

Pero el resultado es que puedas irte a vivir a la playa y monitorear tu negocio con juntas mensuales a distancia (semanales al principio).

Salirte del negocio y dejarlo a la suerte es una receta perfecta para que tu jubilación dure sólo 3 meses y regreses a un negocio casi en ruinas y ahora si tengas que ESTAR ahí por años y años arreglando los problemas que tu mismo causaste por salirte como el Borras.


Espero este articulo te acerque más a cumplir tus metas.


Soy un Coach Empresarial exitoso sólo cuando tú eres exitoso.


Sinceramente,

Víctor Salgado.

 
 

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