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Foto del escritorVictor Salgado

Capitán sin marineros, no es capitán.

Actualizado: 10 jun

Un buen capitán puede navegar un gran barco...


...¿Por si sólo?


¿Te ha tocado platicar, discutir o cuestionar a alguien tan terco y cerrado que por más que le das diferentes puntos de vista él/ella se ensaña en seguir diciendo exactamente lo mismo? O ¿Mientras estás hablando te das cuenta de cómo en su cabeza está pensando en que decirte, al grado de interrumpirte?

Una especie de discusión o platica de 5to de primaria, ¿Cierto?

Si te ha tocado estar en una plática de esas, estoy seguro que también te ha tocado ser la terca o el terco de alguna otra plática en cuestión.

Creo que esto es natural, estoy convencido de que a los humanos nos encanta tener la razón y hacemos hasta lo imposible para demostrarlo, así que no es raro encontrarnos con gente que defiende su punto de vista hasta lo absurdo.

Así como tampoco sería raro que la gente piense que nosotros mismos somos igualmente necios, tercos y absurdos.

Lo que me hace tocar este tema es creo que es ridículo que en pláticas o discusiones entre: socios, compañeros de grupo, jefes y subalternos, en familias, parejas etc. La situación se prolongue tanto para que al final, en muchas ocasiones, los involucrados se dan cuenta de que estaban hablando de lo mismo.

¿Tanto tiempo y energía para al final darnos cuenta de que estábamos hablando de lo mismo?

¡Es una discusión de sordos!

Por otro lado, y esto es más alarmante, si en tu círculo de influencia tienes a mucha gente necia y terca que no entiende razones, lo más probable es que tu seas uno de ellos, y si eres el jefe, o el dueño del negocio, NO HAY DUDA, tu eres uno de ellos y además has sido tu la/el causante de que así sea la cultura de tu empresa.

Entonces, por un lado, nos gusta tener la razón, y por otro lado es horrible desarrollar un negocio en donde todo mundo quiere tener la razón todo el tiempo, ¡Nunca nos ponemos de acuerdo!

¿Entonces?

Al final de cuentas si tu eres la cabeza y, es tu responsabilidad llevar a la empresa hacia donde tu hayas decidido llevarla, eres el capitán del barco, y aunque NO tengas la razón, eres tú quien corre el riesgo, por lo tanto, se termina haciendo lo que tu digas.

Por otro lado también tienes un grupo de gente que no siempre estará de acuerdo contigo, y aunque por momentos creas que no lo necesitas, por supuesto que las necesitas, de otra manera te encontrarías tu sólo remando un barco completo, (si hoy en día te la pasas apagando fuegos entenderás lo que digo con remar sólo), así que a menos de que quieras remar sólo por el resto de tu vida creo que es conveniente pensar que se necesita de ese grupo que también reme. ¿Cierto?

Entonces...

Por un lado es mi responsabilidad, como líder, llevar el barco hacia un destino.

  • Por otro lado, no siempre tengo la razón pero siempre tengo la responsabilidad.

  • Además, necesito de mi equipo para que rememos todos juntos, si no remaría yo sólo y jamás llegaría al destino.

  • Y para acabarla de hacer interesante, si mi equipo se siente menospreciado porque nunca tienen la razón ellos, probablemente no quieran remar conmigo para demostrarme lo mal que yo estaba.


¡Por eso Víctor! ¿Pero y entonces que hago?

Aún y cuando todos queremos tener la razón, sentirnos parte de algo, sentirnos valorados es todavía más básico.

En otras palabras, que me escuches.

Que no es lo mismo a que me oigas.

Escuchar es:

Poner toda la atención en las palabras que salen de la boca de la persona, sin estar viendo la computadora, el teléfono o firmando unos cheques.

  • Dejar de pensar en lo que le vas a responder antes de que termine.

  • Escuchar es poder responderle, "A ver si te entendí, me estas diciendo que quieres que..."

  • Más bien preguntar, preguntar y volver a preguntar, antes de ser tú el que habla.

Al escuchar pasan dos cosas contigo y varias con la otra persona.

Contigo pasa que:

A lo mejor te das cuenta de que efectivamente lo que te proponen es mejor que lo que tu habías considerado.

Ó a lo mejor te das cuenta de que no te han entendido, y ahora que sabes que es lo que no han entendido puedes explicarlo de nuevo usando SUS palabras.

En cualquier caso sales ganando.

Y lo que pasa con la otra persona es más padre todavía.

Porque se va a sentir respetado y valorado, y aún y cuando no se lleve lo que quería al menos se va tranquila(o) de que si le entendieron lo que quería decir.

Así continuas siendo el líder, sigues siendo responsable por el curso del barco, además tienes más información de la que antes tenías y tu equipo de marineros están más contentos contigo como capitán y estarán dispuestos a seguir remando por que también creen que el destino es el correcto.



Espero este articulo te acerque más a cumplir tus metas.

Soy un Coach Empresarial exitoso sólo cuando tú eres exitoso.

Sinceramente,

Víctor Salgado.


 
 

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Saber escuchar, diferencia de oír y escuchar, pensar antes de hablar, exponer tu punto de vista, defender tu opinión, escuchar diferentes tipos de vista, escuchar la opinión de los demás, entender a la gente, sentirse valorado, sentirse respetado.

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